miércoles, 17 de septiembre de 2008

Una de enanitos...

Una de enanitos...

Dos entrañables amigos Jorgito y Eduardito, salieron un sábado dispuestos a reventar la noche. Jorgito, el día anterior, después de salir del circo, había ido al Casino flotante y ganado una importante suma de dinero en las máquinas tragamonedas.
Por ello, decidió compartir su buena suerte con su amigo Eduardito, a quien le pidió que por esa noche dejara su rutinario trabajo de “pato bica” en un pelotero.
Dispuestos a disfrutar en grande, enfilaron hacia la zona de Palermo Hollywood; haciendo gala de sus dotes de seductores, a medianoche ya estaban acompañados por dos exuberantes señoritas.
Luego de tirar una moneda al aire, definieron que Eduardito se quedaba con la rubia, y Jorgito con la pelirroja.
Primero a cenar; después a bailar, hasta que finalmente invitaron a sus bellas amiguitas a pasar la noche en el Hotel Faena de Puerto Madero.
Rentaron dos suntuosas suites, y champán mediante dejaron transcurrir los acontecimientos.
Eduardito en el preciso momento en que debía actuar, se inhibió. Su compañera fue por demás tierna con él y trató de consolarlo. En mitad de la madrugada, Eduardito y su pareja escuchaban lo bien que la pasaban Jorgito y la pelirroja en la habitación contigua.
“un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!”
Se oía una y otra vez, entre gritos y risas. Esto mismo se escuchaba a lo largo de toda una hora, y tras un breve silencio de cinco a diez minutos, otra vez:
“un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!”
Así pasaron toda la velada, mientras Eduardito y la rubia se miraban entre extrañados e incrédulos.
A la tarde siguiente los enanos se volvieron a encontrar de camino a sus trabajos:
-Hola Jorgito! –salió al cruce Eduardito.
-Ah, que hacés che...... Voy de raje; llego tarde al circo para la primera función. Qué contás?
-Acá estoy. Esperando que los padres traigan a sus pibes al pelotero.
Hablando de todo un poco...... –dijo pícaramente Eduardito: vos sí que la pasaste bien anoche, no?
-Y...... sí. Bueno, en realidad, los dos la pasamos bien, no te parece Edu? Voy a tener que ir más seguido al casino flotante.
-Sí, la salida estuvo linda. Pero yo te confieso, que con la rubia me inhibí......
Por eso celebro, que vos hayas estado hecho una fiera. Qué estado físico! Estuviste sin descanso una y otra vez toda la madrugada! Te felicito! Me imagino como se habrá quedado la pelirroja! Debe estar admirada y derretida por vos, no?
-De qué hablás! La pelirroja se la pasó riendo toda la noche! -repuso Jorgito.
-Cómo que riendo! -interrumpió exaltado Eduardito, si yo te escuché: “un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!” Así te la pasaste todo el tiempo.
-Efectivamente! -respondió Jorgito: Esos: “un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!” “Un, dos, tres, pa!”, que escuchaste toda la noche, fueron mis inútiles intentos de poder subirme a la cama......